Hasta siempre a un protagonista de uno de los capítulos más significativos del arte argentino

Luis Felipe Noé.

Rodeado por su familia y por sus más estrechos colaboradores falleció a los 91 años uno de los grandes maestros de la pintura contemporánea –Luis Felipe Noé–, artista que protagonizó el cambio de época del arte argentino en la década del 60.

Su método, sus colores, sus tonos opuestos, sus líneas figurativas cimentaron la obra singular de este extraordinario artista plástico que también incursionó en la literatura como teórico y ensayista, y en el periodismo como divulgador y crítico.

Desde temprana edad se asoció a El Hogar Obrero y fue un ilustre habitante del Edificio Nicolás Repetto donde dejó testimonio no sólo de su excelso arte sino también de su trabajo social y de su bonhomía. “He tenido muchos talleres. El primero fue en 1959, en el primer departamento de casados, en el edificio de El Hogar Obrero en Caballito. La primera exposición la preparé ahí y en esa muestra tuve contacto por primera vez con Jorge de la Vega, Alberto Grecco y Macció”, contaba en más de un reportaje donde hablaba de sus inicios.

Maestro generoso y formador de una vasta legión de artistas, transitó 91 años intensos de compromiso con el arte y con los valores democráticos y solidarios, por los que pagó incluso con el exilio. Su trayectoria estuvo también colmada de premios y galardones, y fundamentalmente del reconocimiento tanto nacional como internacional.

Precisamente, la vida y la obra de este hombre activo y reflexivo de aguda mirada, serán permanentemente recordadas a la vez que invitarán a seguir sus pasos, pensando y creando, para construir una sociedad más justa y solidaria, esa por la que siempre bregó sin claudicaciones.