La idea de crear una sección de consumo surgió en la Cooperativa a mediados de 1909. La oportunidad de dar forma práctica a este pensamiento sólo se presentó en plena crisis, cuando finalizó la construcción de la Primera Gran Vivienda Colectiva en Martín García y Bolívar de la Ciudad de Buenos Aires, que podía albergar la sección en sus amplios locales. El 1° de octubre de 1913 se iniciaron las ventas en el despacho y la distribución de pedidos en el domicilio de los asociados.
A pesar de las dificultades inherentes a una obra de esta naturaleza, el crecimiento del servicio hizo necesaria la ocupación de los dos locales disponibles y anexar una pequeña sección de tienda y mercería. En 1921 se crearon nuevas secciones: zapatería, sombrerería, bonetería, perfumería, librería, etc. La sastrería comenzó a funcionar en 1925.
EHO demostró tener, como las expresiones clásicas y ejemplares del cooperativismo mundial, capacidad para responder a las incitaciones y a los desafíos de un mundo dinámico, sin perder la inspiración primigenia de ser una empresa de economía social.
La Cooperativa desarrolló el servicio de consumo destinado a sus asociados siempre fiel a los principios que establecieron sus fundadores, a saber: defender al consumidor en todos los ámbitos en los que le toque actuar mediante la distribución de productos a precios justos y de calidades y medidas controladas, y reducir los costos de distribución para el mejor cumplimiento de los fines institucionales.
El desarrollo de la sección consumo significó la apertura de una vasta red de supermercados –Supercoop– con 300 sucursales en todo el país. Se abrieron

también plantas para elaborar, envasar y fraccionar pastas, granjas, plantas para la participación en el procesado del tomate en el Valle Inferior del Río Negro, otras faenadoras de aves, cerdos y frigoríficos de carnes rojas. EHO participó en diversas actividades en convenio con cooperativas e industrias diversas y abrió almacenes cooperativos mayoristas.